lunes, 22 de enero de 2018

Mundos Paralelos


                                                      Foto de LACS


                  El mundo desaparece cuando te fundes con él.

                                          Martin Heidegger


sábado, 13 de enero de 2018

De Profundis


                                                 Foto de LACS. Zamora 2017



 Convivir con ancianos que aparentemente han perdido la cordura es a la vez que espeluznante...apasionante. A Eugenio le gusta repetir frases que suenan a trabalenguas interrumpidos como "perro, pico, pato, pata...el perro de la parra...". Buscando su posible sentido encuentro al "perro de Parra que subió a la parra de Guerra. Guerra pegó con la porra al perro de Parra. Y Parra le dijo a Guerra: ¿Por qué ha pegado Guerra con la porra al perro de Parra?. Y Guerra le contestó: Si el perro de Parra no hubiese subido a la parra de Guerra, Guerra no hubiese pegado con la porra al perro de Parra". A veces creo que trata de recordar la letra de la clave de un espacio-tiempo que solo él conoce y sabe dónde se encuentra. Me angustia verles así. Atados a sus sillas o camas buscando la pista de despegue sin encontrar la salida...Me desarman, me enternecen, me hacen reflexionar sobre mi propia despedida. No me gustaría alargarla tanto como algunos parecieran desear; aunque quizás no dependa ni de su deseo ni del mío. Los que aún conservan cierto sentido del "hoy" repiten mucho "no me adapto a esto". No me extraña. No creo que sea un lugar para quedarse mucho tiempo...solo un rato...el tiempo suficiente para dejar de sentirse cómodo "aquí" y desear un "allí".

 A Eugenio le gusta sorprendernos con pintadas. Era guardia civil pero yo creo que tiene alma de grafitero. Si le llega la inspiración y no tiene pintura a mano utiliza su propia "mierda" como materia prima a transformar en un arte mayor. Es el artista de la residencia. Ya nos ha decorado unas cuantas "Capillas Sixtinas". Me es imposible enfadarme con él. Mi compañera se desespera y yo me parto de risa. Me agotan pero a la vez me recargan las pilas. Te reconectan con algo muy puro, auténtico, único...solo un instante con ellos te permite llegar a lo más profundo si así lo deseas. No tienen filtro. En el silencio de la noche solo con escuchar su forma de respirar ya sé quién es quien. Echaba de menos eso...poder sentir al otro sin tanto esfuerzo. Creo que yo tampoco me quedaré mucho tiempo aquí; no es un lugar para permanecer, sí para recordar. Yo sé que no me olvidaré de ellos. Su bendición es un regalo precioso que ya atesoro en mi corazón.


                       A todos ellos. Grandes Arboles de profundas raíces.




                                                               RSB