La "oscuridad" no tiene nombre. Tú le pones nombre.
En su templo se te permitirá ver y...lo que verás...dependerá de ti.
(*)
El que no es consciente de su Maravilla, nunca será capaz de ver y disfrutar
de La Maravilla en ti.
RSB
(*) Tu temor nace del nombre que decides darle. ¿Hacia dónde has dirigido tu mirada y
qué había en ti cuando mirabas?.