viernes, 19 de febrero de 2021

Ser "buenos ciudadanos"

                             




     El precio de "ser buenos ciudadanos" en sociedades dirigidas por

                                        seres...no humanos                                    

                                      

 

martes, 9 de febrero de 2021

Sheela-Na-Gig

 



"El culto a Sheela-na-Gig se pierde en la oscuridad de los bosques sagrados que abundaban en las Islas Británicas, antes de la llegada de los distintos pueblos que las invadieron en forma sucesiva. Es, junto al "hombre verde", un símbolo tradicional de la cultura celta. Ambos representaban originariamente a los espíritus guardianes de la naturaleza, y constituyen una pareja sagrada.

 Sheela, o Sile, significa "femineidad" en el idioma gaélico. Pero también un tipo especial de mujer espiritual o "hag" (anciana bruja) y está relacionada con la palabra "sidhe" que designa al espíritu de las hadas. La palabra "Gig" es comúnmente interpretada como "pechos", pero también se la relaciona con otras palabras como "gui", que significa rezar.

 Existen muchísimas representaciones de esta divinidad. La mayoría de ellas la muestra como una mujer muy vieja, con la piel prácticamente pegada a los huesos. Tiene sus piernas abiertas y pasa sus brazos por debajo de las rodillas para abrir su vulva con ambas manos. Sus cabellos suelen estar cosidos en una larga trenza o también puede vérsela completamente calva. Sus ojos son exageradamente grandes y tienen una forma muy común en las antiguas imágenes célticas.

 Los animales de poder relacionados con Sheela-na-Gig son el pájaro, el pez y el sapo. Pero sin duda, el que mejor la representa es este último, debido a la posición de su cuerpo, y el pez, cuyo dibujo simboliza el yoni. Sheela comparte con Hécate el haberse originado en la misma divinidad totémica, la rana, lo cual las asocia a la maternidad y, más específicamente, al parto. De la vulva de Sheela-na-Gig salen los símbolos célticos, como expresión de su creatividad; todo cuanto existe procede de su vulva, y hacia ella, algún día, habrá de retornar. Su posición simboliza la muerte del ego (...).

 La vulva ha sido ancestralmente reverenciada como un símbolo muy poderoso y protector. La exposición de la vulva tenía efectos muy beneficiosos y era considera una bendición que alejaba a los poderes del mal. Esto hizo que su figura fuera utilizada como un poderoso talismán protector y que sobreviviera incluso muchísimos años después de que la religión cristiana arrasara con los antiguos cultos paganos de las islas. Imágenes de Sheela-na-Gig fueron encontradas en numerosas iglesias cristianas, esparcidas por todo el territorio de Gran Bretaña e Irlanda (...).

 Todos los atributos que la caracterizan en sus representaciones hacen de ella una divinidad vinculada con los procesos de muerte, vida y regeneración, lo cual alude a su condición de Diosa Triple (...). Vale la pena señalar que cada una de las facetas de la triple diosa encierra a su vez otra Trinidad. Las nueve Morgens que regían la Isla de Avalon, por ejemplo, son una hermandad compuesta por tres tríadas de diosas. En el caso de la "vieja", su Trinidad está formada por la Crone Cailleach, La Corn-Hag del Invierno y la Virgen Negra Sheela-na-Gig.

 ...ante tus pies se abre un abismo hacia lo desconocido, "un agujero negro" y profundo que te atrae y, a la vez. te provoca pavor. ¿Qué es lo que te espera allí dentro?. No hay otra manera de saberlo más que zambulléndose en él. Y en este ingreso a la vulva de la Diosa, ella misma te acompaña y te protege de cualquier fuerza negativa que pudiera interferir en tu viaje. Dile a tu miedo que ya no lo necesitas, porque en esta aventura no estás sola. Ten en cuenta un sabio consejo de Starhwak: "Hay que recordar que la magia real rara vez se opone al sentido común. Si te sientes asediada por fuerzas malignas, mira en tu interior para ver qué puede estar provocándolas".


                     Los Rostros de la Diosa de Sandra Román. Ed. Kier


  https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Paginas/InformesCOVID-19.aspx                            


sábado, 6 de febrero de 2021

Tu Mente es Tuya


                                       https://youtu.be/MdKnKpgnMJY

                                         https://youtu.be/xqO9XTVxofc

                                     

  "La psiquiatría, a diferencia de otros campos de la medicina, se basa en un sistema de diagnóstico extremadamente subjetivo. Básicamente, te sientas en la consulta con el médico y éste te etiqueta conforme a su valoración de los síntomas que describes. No hay pruebas diagnósticas. No puedes hacer pis en un vasito, ni dar una gotita de sangre para que la analicen en busca de una sustancia que indique taxativamente que 'tienes depresión' del mismo modo que un análisis de sangre puede revelar si tienes diabetes o anemia.

 La psiquiatría es tristemente famosa por sus meteduras de pata. Tiene a sus espaldas un largo historial de maltrato a pacientes mediante la utilización de tratamientos pseudocientíficos y ha quedado mancillada en numerosas ocasiones por su vergonzosa falta de rigor diagnóstico. Pensemos, por ejemplo, en el ganador del Premio Nobel de 1949, Egas Moniz, un neurólogo portugués que introdujo técnicas de cirugía invasiva para el tratamiento de personas con esquizofrenia, seccionando conexiones entre la región prefrontal y otras partes del cerebro; es decir, la lobotomía prefrontal. O en el experimento Rosenhan de la década de 1970, que dejó al descubierto lo difícil que es para un médico distinguir entre un 'paciente loco' y un paciente cuerdo que se hace pasar por loco. La prescripción de fármacos psicotrópicos tan común hoy en día es, a mi modo ver, igual de nociva y absurda que la destrucción física de tejido cerebral crítico o la etiquetación de las personas como 'enfermos psiquiátricos' cuando de hecho no lo son.

 Uno de los artículos que me sirvieron de revulsivo para cambiar mi práctica clínica fue un informe publicado en 2003 acerca del caso de una mujer vegetariana que durante un mes y medio sufrió una depresión que fue empeorando paulativamente. Pasado un tiempo, la paciente comenzó a oír voces y a experimentar paranoia. Se trataba de una mujer de cincuenta y dos años, posmenopáusica, que finalmente quedó catatónica, es decir, consciente y viva, pero inerme a los estímulos externos y en estado vegetativo. Podría asumirse automáticamente que ello fue consecuencia de una patología severa. La paciente recibió tratamiento electroconvulsivo y antipsicóticos, sin resultado positivos. Posteriormente, fue trasladada a otro hospital donde analizaron sus niveles de vitamina B12. Descubrieron que los tenía bajos y, tras recibir una inyección de esta vitamina, se recuperó por completo. (...) Es un ejemplo clásico de que no somos simples marionetas a merced de nuestro código genético, sino más bien el producto de complejas interacciones entre nuestros genes y nuestro entorno. En la actualidad se sabe que nuestro estado de salud está más determinado por nuestro entorno que por nuestra herencia genética. De ahí que me guste recordarles a mis pacientes que la depresión es epigenética, no genética.

 ¿Tomas antidepresivos?¿Conoces a alguien que los tome? Puede que incluso tengas amigos o familiares que aseguren que son su tabla de salvación. Los antidepresivos pueden parecer una opción razonable, sobre todo si te encuentras en una situación difícil. Pero ¿dispones de información suficiente sobre estos fármacos?. Aun a riesgo de parecer radical, permíteme ponerte un ejemplo procedente de mis propios archivos clínicos que marcará el tono de este capítulo. Kate, una mujer que nunca había tomado antidepresivos ni sufrido depresión, se sentía muy agobiada y exhausta tras el nacimiento de su primer hijo. En una revisión posparto, a las seis semanas de dar a luz, su obstetra le recetó Zoloft, un antidepresivo perteneciente al grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Al cabo de una semana de empezar a tomarlo, escribió una nota de suicidio y estaba pensando en tirarse desde su terraza del decimoquinto piso de un edificio de Manhattan. Me dijo: 'en aquel momento me pareció lo más lógico. Y lo pensaba con total desapasionamiento, como si no fuera nada'.

 El de Kate no es un caso único; hay millones de mujeres a las que se le receta de manera automática fármacos para tratar síntomas de angustia. Y son muchas las que, al igual que Kate, experimentan efectos secundarios graves que pueden parecer manifestaciones de la depresión y no fruto de los propios fármacos. La facilidad con la que se dispensan estos medicamentos es en parte el motivo de que los consuman tantas personas; un 11 por ciento de los estadounidenses, un 25 por ciento de los cuales son mujeres de entre cuarenta y sesenta años (...).

 ¿Qué está pasando? En el último medio siglo, el DSM, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, la biblia de trastornos psiquiátricos diagnosticables, ha ido engrosándose hasta incluir más de trescientos diagnósticos en su quinta edición. En 1952 tenía apenas 130 páginas y describía 106 enfermedades. La versión actual es un mamotreto de 886 páginas que incluye 374 diagnósticos. Se trata de una obra de consenso a cargo de un comité formado por profesionales de la psiquiatría vinculados a la industria farmacéutica, lo que ya de partida entraña un profundo conflicto de intereses. Como afirma el doctor Allen Frances, de la Universidad de Columbia y autor de ¿Somos todos enfermos mentales?: 'la medicalización indiscriminada de la normalidad, que trivializa el trastorno mental, conduce a una avalancha de tratamientos médicos innecesarios y hace el agosto de la industria farmacéutica, con un coste inmenso para esos nuevos pacientes 'falsos positivos' que quedan atrapados en la extensísima red del DSM-V'. (...) El listado de trastornos y síntomas para los que pueden recetarse antidepresivos es tan largo que resulta casi ridículo. Estos fármacos están indicados para síntomas clásicos de depresión, pero también, por ejemplo, para las siguientes dolencias: síndrome premenstrual, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno bipolar, anorexia y apetito desenfrenado, dolores, colon irritable. El hecho de que puedan recetarse antidepresivos para tratar la artritis, una enfermedad inflamatoria de las articulaciones, mina cualquier confianza en su capacidad para corregir de manera certera un posible desequilibrio químico (...).

 A todo ello hay que añadir el empleo de estos medicamentos en niños de corta edad. Y se recetan no solo para la depresión, sino para problemas de conducta tales como la falta de atención, las rabietas, los tics nerviosos, el autismo y las dificultades para pensar. ¿A qué obedece que hayamos llegado a creer que los antidepresivos pueden ser un tratamiento seguro y eficaz para niños de dos años que todavía llevan pañales y aún no son capaces de articular frases completas?. Por de pronto, tengamos en cuenta el Estudio 329, que costó a la empresa GlaxoSmithKlein tres mil millones de dólares en concepto de multa por sus esfuerzos para promover el consumo de antidepresivos entre los más jóvenes. Dicho laboratorio falseó datos para ocultar las pruebas que indicaban un aumento de riesgo de suicidio y afirmó, también mendazmente, que el Paxil (paroxetina) obtenía mejores resultados que el placebo."


                                                  KELLY BROGAN


   Nadie está loco del todo. Nadie es moralmente íntegro nunca

                                        FERNANDO COLINA PEREZ


     https://elpais.com/sociedad/pienso-luego-actuo/2021-01-25/radio-nikosia-maestros-en-salud-mental-por-experiencia-propia.html