Los caminos que emprende el ser humano siempre son de ida y de vuelta. Y a veces se nos olvida lo de...y de vuelta. Porque si no somos capaces de recoger nuestra cometa, no podremos hacerla volar de nuevo, en otro tiempo, en otro lugar.
Gracias R. por ser mi amigo; por tu compañía y tu apoyo incondicional en la distancia durante todos estos años de despedida de una parte de mi ser. Quizás en el balance de tu vida esto no lo consideres un hito importante pero en la mía has sido, una excepción.
RSB