viernes, 3 de julio de 2015

Patience and Care







 - Un aroma ligero, honesto. Natural, nada forzado. En cambio, otras rosas
   parecen desteñidas e hinchadas.
 - Ese destino le aguarda a todas las rosas, Señor.
 - Continúe, madame.
 - Todas las rosas están sujetas a los elementos. Brotan, florecen y 
   se marchitan. La rosa crece, inconsciente del proceso, cambiando 
   naturalmente de un estado a otro. Y aunque los elementos la traten con 
   crueldad ella no sabe de ello y continúa, hasta el final, sin emitir juicio 
   sobre su propia belleza.
 - Si una rosa pudiese hablar, ¿qué diría?.
 - Sí, estoy aquí, y rendí fiel servicio bajo los designios de la naturaleza; y 
   después de mí, mis hijas estarán. ¿Puede haber mayor contribución o más 
   noble fin?.
 - ¿Y qué protección puede un jardinero ofrecerle a una rosa contra las 
   inclemencias de los elementos?.
 - Paciencia, cuidado...y un poco de calor del Sol.

   Se puede empezar por eso, Majestad.