Mi amigo de infancia R. siempre me ponía de ejemplo en sus clases de física cuando trataba de demostrar cómo el observador...modifica lo observado. Les contaba a sus alumnos -entre risas- de aquella vez que siendo adolescentes fuimos juntos al cine a ver la película "En busca del fuego" de Jean-Jacques Annaud y cómo él, "ojiplático" al decirle yo que me había parecido la película más romántica de la historia del ser humano jamás contada, llegó a cuestionarse si en algún momento de la sesión, y sin que él se hubiese percatado de ello, me habría deslizado subrepticiamente a una sala próxima para ver "algún pastelón infumable".
Pero es que también...lo observado...modifica al observador.
Me han mirado -y verbalizado- como aparición de la Virgen María, Hada del Bosque de los Deseos, Sacerdotisa de los Misterios Eleusinos, Angel o Luz Maravillosa, Perro Fiel, Piedra Filosofal...también como encarnación de Belcebú, Bruja Malvada del Oeste, Niña del Exorcista, Oscuridad Turbia, Densa y Tenebrosa, Animal Salvaje, Hechicera Manipuladora...
Según estas miradas entre...la Virgen María, la Oveja Dolly y Belcebú...debo
ser-estar yo.
RSB