Fragmento de un mensaje nacido de un instante de sanadora ira en el
último día del año.
Yo...por cierto...no soy ninguna santa -a las pruebas me remito-. Y como
no soy una santa, no tengo problema alguno en llamar a las cosas
por su nombre. No me asusta ver lo que hay en el alma de las personas porque ya tengo la mía bastante trillada...Y aunque entiendo que todos en algún momento de nuestra vida podemos "meter la pata" por desconocimiento o ausencia de conciencia en relación a algo, no paso ni una ni al abusador ni al "acojonado de la vida" en lo referente a la infancia -a lo vulnerable del Alma-;
pues solo los niños sufren la incompetencia de los padres y la sociedad a la hora de mostrarles lo que significa la palabra AMOR. No ese amor pusilánime que queda de "puta madre" en los mensajes de facebook, en un poema o en un libro de "espiritualidad". No. No ese tipo de amor...sino
el AMOR que te abre las entrañas, te muestra la mierda, pulveriza tu ego y
te amasa y te abraza como pan de vida para que seas capaz de generar Vida en ti...y alrededor de ti; que ya está el Alma del Mundo suficientemente saturada de la basura resultante de tanto miedo, tanta mentira, tanta culpabilidad y...tanta autoimportancia.
RSB
"Si comparásemos la vida con correr un maratón, los abusos sexuales en la
infancia tendrían el efecto de quitarte una de las piernas y cargarte con
una mochila llena de ladrillos en la linea de salida"
JAMES RHODES
-autor del libro INSTRUMENTAL, memorias de música, medicina y locura-
