"En la Grecia antigua, en Lebadea, se encontraba el famoso oráculo de Trofonio, a quien consultaban los que querían conocer su futuro. Antes de entrar en una cueva sagrada donde el sacerdote pronunciaría su adivinación, el visitante debía beber el agua milagrosa de dos fuentes cercanas. Primero agua de Lethe para olvidar las partes incómodas del pasado, y luego agua de Mnemosyne para recordar mejor lo que iba a serle revelado."
Cerebro y Libertad de JOAQUIM M. FUSTER. Ed Ariel
Soñé que me decían:
-¿Sabes que hay otro cerebro?.
- (...)
- Está en tu piel.