Se suicidó en el baño del hotel mientras sus "compañeros" en una sala contigua sostenían "grandes conversaciones" sobre el futuro del cáncer. Dejó una carta con nombres y apellidos. Los nombres de todos aquellos que durante años y años la ridiculizaron, ningunearon, juzgaron y rechazaron.
¡Pobre herencia de ira y tristeza!.
Anoche la encontré en mi salón. Yacía sobre una cama con la cara hinchada rodeada de cables y sueros. Me tumbé junto a ella y le susurré al oído:
Te quiero. Perdónales...perdónate...solo así podrás volver a la Vida. (**)
RSB
(*) El poder es un arma de doble filo. Cómo se utilice dependerá de la grandeza de cada corazón.
(**) El perdón nace siempre de una necesidad interna. Nunca puede ser exigido ni requiere
cambio alguno en el otro pero sí supone un giro en la que una vez fue tu vida y en las que una vez
fueron tus relaciones.