Mi coche se desvía de la principal sin que mi intención medie en ello. La carretera cae en espiral por un agujero de piedra hacia las profundidades. El coche derrapa en varias ocasiones pero consigo mantener el control. En lo profundo, en el centro de la espiral, una playa de arena y un lago. Puedo ver la luz del sol reflejada en el agua. Saco mi cabeza por la ventanilla y boca abajo poso mi frente sobre la arena.
Subo de nuevo pero esta vez caminando con el coche a mis espaldas. Me pesan los pies y el coche. La visibilidad es casi nula. Pareciera que llevase ajustadas a mi cabeza unas gafas manchadas sin ninguna visión periférica. Solo veo con mucho esfuerzo dónde colocar el pie en cada paso.
Cuando estoy llegando a la superficie me cruzo con gente que me mira sorprendida. Caminan "por el aire" sobre el abismo de piedra. Ya arriba me doy cuenta, con vértigo, que lo que a mí me parecía aire, son puentes de piedra que atraviesan de un lado a otro la espiral.
RSB