"El entrenamiento para ser un bodhisattva se basa en el desarrollo de seis virtudes principales. (...) La sexta virtud es realmente la más importante de todas. La sexta virtud consiste en ser inteligente en un sentido muy específico. Es necesario mantener ese sentido específico de inteligencia a la hora de practicar todas las virtudes. Necesitas una generosidad inteligente, una ética inteligente, una tolerancia inteligente, una perseverancia inteligente y una concentración inteligente. Esta inteligencia -o sabiduría- se basa en ver las cosas con una mente abierta y no oscurecida por las ideas preconcebidas"
Medicina y Compasión. Consejos de un lama tibetano para cuidadores.
Si llegaras a entender para qué sirve el corazón humano...
- Fragmentos de poemas de Karol Wojtyla -
"El modo de llegar desde este punto de partida (el asombro) al destino de toda reflexión (la verdad sobre el hombre) pasa, en el caso de Karol Wojtyla, por un método filosófico determinado que es el fenomenológico, aunque adaptándolo libremente e, incluso, superándolo. (...) se trata de un método basado no tanto en cómo son las cosas (ontología) sino en cómo aparecen o se manifiestan ante los ojos humanos (fenomenología), es decir, en su carácter de fenómenos en cuanto experimentados o percibidos por el hombre a través de su conciencia. Si la metafísica tradicional deduce de la estructura ontológica de la persona las características de su obrar, la fenomenología induce de la contemplación experiencial de la persona su estructura ontológica y, por tanto, su trascendencia. Así pues, el análisis fenomenológico no parte "de la persona al acto, sino del acto a la persona".
"Tras las huellas de Dios en el mundo.Karol Wojtyla/Juan Pablo II y la búsqueda de la Verdad, el Bien y la Belleza"
ALEJANDRO PARDO
"En tu luz aprendo a amar. En tu belleza, cómo hacer poemas. Bailas dentro de mi pecho en donde nadie te ve; pero a veces, yo te veo, y esa visión se convierte en este arte." - RUMI
"Durante las ocupaciones nazi y soviética un hombre no sale de su atelier, ocupado en fotografiar el mundo cambiante de su ventana. Se llama Josef Sudek. Cada siglo alumbra un hombre o una mujer que se entregan a lo que a nadie le importa. Por una parte Hitler, entretenido con lo universal, lanzándose a la conquista de Europa; por otra el fotógrafo manco de Praga, consagrando su vida a lo concreto, conquistando la luz a la que da permiso la ventana. De los dos, es Josef Sudek quien ha conseguido que no se termine nunca su imperio. Qué no se termina nunca: lo que se ama. El amor no comienza ni termina. Está lleno de principio. Amar es ponerse de puntillas para ver al otro lado del tiempo. Lo que se ama es rescatado de la duración y pasa a la vida eterna.
(...)
Antes creía que las personas que más hablaban de Dios eran las que más fe tenían. Ahora sé que la fe no es una propiedad, ni puede hablarse. La fe sin obras es ideología, pensamientos parecidos a leones desdentados. Ayer una nonagenaria, mi abuela materna, vio una fotografía en la que ella y mi abuelo, siendo adolescentes, se miran arrobados. Enseguida se sonrojó y miró a mi abuelo de soslayo con la misma expresión que la joven de la foto, como si no hubieran pasado setenta años. Santo Tomás de Aquino escribió cerca de tres mil páginas para demostrar a Dios y sólo balbuceó lo que el rostro de mi abuela dijo en ese instante rotundamente.
(...)
Hay acontecimientos que tambalean nuestro sentido común. Misterios. Y los misterios no pueden reducirse a una parábola, encerrarse en la jaula de la lógica. Un misterio es un terreno en el que uno se descalza y se arrodilla."
"Desde el día en que mi padre me pidió que lo ayudara a morir todo cambió para mí. Sin tener plena consciencia de ello, porque es imposible imaginar lo inimaginable, me adentré en un universo que me alejaba del plano de los vivos al normalizar el hecho de morir. Destinaba las horas en familiarizarme con conceptos que nunca había manejado y todos me llevaban a despojarme de cualquier miedo a la muerte. Mi padre no lo tenía. Era asombrosa la naturalidad con la que internalicé ese deseo que, por sus circunstancias, para él simplemente era un derecho incontestable. Siempre fue un agnóstico convencido sin apego a la espiritualidad, pero, sin proponérselo, encaraba la muerte tal y como el budismo la aborda. En una serie publicada en 2020 en The New York Times sobre las religiones y la percepción de la muerte, un monje budista tibetano, Geshe Dadul Namgyal, despejaba la aversión a este tema al exponer que se trata de aceptar la muerte como parte del regalo de la vida y para ello debemos de aprender a celebrarla por su belleza efímera, lo que deriva en un estado de paz interior que acaba por reconocer la inevitabilidad de la muerte. En los preceptos de Buda, explicaba en la entrevista, la meditación sobre la muerte era considerada la meditación suprema.
A lo largo de su vida mi padre meditó mucho sobre la muerte. Recuerdo que cuando hablábamos en la casa sobre la posible existencia de un ser superior y un cierto orden divino, él solía quitarle importancia al hecho mismo de existir afirmando, "vivir no es nada más que un proceso de oxidación". Aquejado por la enfermedad, su familiaridad con algo que la mayor parte de los mortales rechaza me acercaba a su propio estado. El habitaba en el "contexto eutanásico" y yo era su huésped. No me embargaban pensamientos oscuros ni suicidas, pero había hallado la grieta que conecta con la pradera donde aguardan los que están listos para no mirar atrás. Porque si hubiera que describir su paisaje interior, era el de una extensión desierta y silenciosa, como la que en infinidad de veces en el cine se han imaginado los escenarios donde aparecen las naves venidas de otros planetas. En Encuentros en la Tercera Fase, los científicos de Steven Spielberg buscan rastros de extraterrestres en los desiertos de Sonora y de Gobi. Y en el filme La Llegada, del director Denis Villeneuve, la protagonista es una experta en lingüística que se traslada hasta una planicie de Montana para intentar descifrar el lenguaje de las criaturas alienígenas. Fueron dos películas que vimos juntos y, aunque es un género que nunca le atrajo demasiado, ahora las contemplaba absorto como si al fin comprendiera el mensaje oculto de aquellos visitantes. Así imaginaba yo el espacio que ahora habitaba mi padre, a la expectativa de abandonar un planeta que ya le resultaba inhóspito."
"Mientras que las demás virtudes son como el platanero, que se agota en cuanto ha dado fruto, el árbol celestial y duradero de Bodhichitta no se agota, sino que al producir frutos sigue creciendo"
"Gran Espíritu...Tú has establecido que los poderes de los cuatro cuartos de la Tierra se entrecrucen. Me has hecho andar por el buen camino y por el camino difícil, y el lugar donde ambos se cruzan es sagrado. Un día tras otro, para siempre jamás, eres la vida de las cosas"
BLACK ELK, sioux oglaga
" El cuádruple sendero:
1- Muéstrate, o elige estar presente. Estar presentes nos permite acceder a los recursos humanos del poder, la presencia y la comunicación. Esta es la senda del guerrero.
2- Presta atención a lo que tiene corazón y significado. Prestar atención nos abre a los recursos humanos del amor, la gratitud, el reconocimiento y la validación. Esta es la senda del sanador.
3- Di la verdad sin culpabilidad, ni juicio. Decir la verdad sin emitir juicios nos hace ser auténticos y desarrolla nuestra visión interna e intuición. Este es el camino del vidente.
4- Permanece abierto al resultado, no atado a él. La apertura y el desapego nos ayudan a recuperar recursos humanos como la sabiduría y la objetividad. Este es el camino del maestro.
Aunque casi todas las tradiciones chamánicas resaltan el papel de estos cuatro arquetipos, es importante entender que son universales y están disponibles para toda la humanidad."
ANGELES ARRIEN. Las Cuatro Sendas del Chamán.
Ed. Gaia
"Visita el interior de la Tierra, rectificando, hallarás la Piedra Oculta"
"La Luna brilla en mi interior; pero mis ojos ciegos no pueden verla. La Luna está en mí, lo mismo que el Sol. Sin que lo toquen, el tambor de la eternidad resuena en mi interior; pero mis oídos sordos no pueden oírlo.
Así, en tanto que el hombre reclame el Yo y el Mío, sus obras serán como cero. Cuando todo el amor del yo y de lo mío haya muerto, entonces es cuando se consumará la obra de Brahma.
Que el trabajo no tenga otro afán que el conocimiento.
Alcanzado el conocimiento, déjese el afán. El afán de la flor es el fruto; cuando el fruto madura, la flor se marchita. El ciervo contiene el almizcle, aunque no lo busca en sí mismo sino husmeándolo en la hierba"
KABIR. India 1398 - 1518
-Versión de Rabindranath Tagore con traducción al español de Joaquín V. González-
"Existen siete factores relacionados con la actitud que constituyen los principales soportes de la práctica de la atención plena. Se trata del no enjuiciar, paciencia, mente de principiante, confianza, no forzamiento, aceptación y soltar. Trabajar con una de ellas nos llevará con toda rapidez a hacerlo con las demás" - Vivir con plenitud las crisis. JON KABAT-ZINN
"Dios es la respiración que hay dentro de la respiración" - Kabir
"Amigo mío, no te molestes en hacer esa excursión. En tu cuerpo hay flores. Una flor tiene mil pétalos. Ese es un buen lugar para sentarse. Sentado allí vislumbrarás la belleza que hay en tu cuerpo y fuera de él, antes de los jardines y después de los jardines"- Kabir
"El cuerpo es, de por sí, una enfermedad. Desear la permanencia de esa enfermedad no es el objetivo del gñani" - Ramana Maharshi
Porque la posición de una enfermera no es la misma que la de un médico. Porque en Piscis, "el tú y el yo" deja de tener sentido. Porque una parte de mí ha muerto y ha resucitado en cada relación y porque "mi vida normal" siempre fue de todo menos..."normal".
RSB
"El conocimiento sobre cualquier aspecto de la vida descansa no solo sobre la verdad sino también sobre el error (...). El verdadero amor no es un destino sino un proceso de descubrimiento y transformación, es un fuego alquímico que nos moldea"
Tanta gente ha crecido en torno a mí, a través de mí y en mí!
Me he convertido en el cauce de un río por el que
corre una inundación
llamada hombre
Más también yo soy hombre
y, ¿no me habrá también a mí desviado esa inundación de multitud?
Si en cada hombre me he realizado a medias (permaneciendo siempre demasiado mío),
¿puede aquel yo que de mí sobrevive contemplarse sin alarma?
poema de
KAROL WOJTYLA
"Basta un poco de imaginación y memoria para aceptar que somos porque fuimos bosque (...). El humano siempre lleva dentro, aunque lo niegue, nostalgia de inicial hogar. Porque no deja de ser infierno haber dejado de ser bosque para acabar siendo hacha y llama, desierto y aserradero..."
Los árboles te enseñarán a ver el bosque - JOAQUIN ARAUJO
Ed. Crítica
El Amor nunca "es" sino que "va siendo" . No tengan miedo, jamás- K.W.
Profundamente emocionada y con-movida con su imperfecta humanidady con el absoluto convencimiento que su experiencia vital ofrece claves a las incertidumbres de hoy.
Solo un ser humano con una T-Cuadrada como la que tenía K.W. en su Carta Natal podía haber parido un escrito como "Teología del Cuerpo".
"En la medida en la que seguimos meditando, aprendemos a relacionarnos de un modo más sabio con lo que Zorba el griego denominaba "la catástrofe total" (...). Cuando entendemos que, en última instancia, todo pasa -no sólo las cosas positivas, sino también las dolorosas-, descubrimos el sosiego que mora en el centro mismo del torbellino"
"El mal no se reduce a una cuestión de agencia, de padecimiento o de un orden estructural que parece existir al margen de las personas, sino a una dinámica que lo alimenta y que genera modos de ver, comprender, identificar y tratar al otro. Incluso produce modos de ceguera. Es por tanto una cuestión del nosotros"