lunes, 27 de febrero de 2017

El lecho de Procusto




 "El lecho de Procusto es un mito sencillo y breve. Si viajabas a Atenas, tenías que pasar por el lecho de Procusto. Este hacía que te tumbaras en él y comprobaba si estaba hecho a tu medida. Cercenaba cualquier parte del cuerpo que sobresaliera: ¡zas!. Si eras demasiado pequeño para el lecho, te estiraba hasta que encajaras, como en el potro medieval. En la Antigüedad Atenas era el centro del comercio, el arte, la política y la civilización. Es un destino simbólico para cualquiera que emprenda el camino del éxito. Es el destino que hemos de alcanzar si nos portamos correctamente, la meta que nos dibuja la expectativa de los demás.
 Cada familia o clase social, cada grupo étnico o religioso, cada cultura puede elaborar su propia versión de Atenas, y normalmente ésta es diferente si has nacido varón o mujer. Es la senda de las expectativas colectivas que principian con las convenciones relativas a cómo ha de comportarse una joven, cómo ha de gobernarse un chico, qué es apropiado y admitido y qué no lo es. Estamos abocados a nuestro camino a Atenas particular aun antes de nuestra escolarización: para entonces ya hemos sido moldeados por la vergüenza o el miedo al castigo; hemos aprendido lo que nos granjea la aprobación y lo que provoca rechazo o irritación. La escuela y el patio de recreo continúan el proceso de adaptarnos a las convenciones del comportamiento y las actitudes sociales. Nuestra necesidad de aceptación y nuestros temores son los que acaban formándonos, así como las exigencias y temores de nuestros padres y las convenciones propias de cada grupo al que aspiramos a pertenecer. Todo camino hacia el éxito o la aceptación es una autopista de peaje en la que los recaudadores de Procusto cercenarán las partes de nuestro ser que no encajan. Tal vez nos resulte un precio demasiado alto."


 El sentido de la enfermedad. Un viaje del Alma. JEAN SHINODA BOLEN

                                                      Ed Kairós


 Cuando Roma extendió su imperio sobre el Mediterráneo y parte de Europa Occidental, se tuvo cuidado de eliminar todo lo que pudiese dañar su organización sociocultural. Esto es evidente en los paises celtas: los romanos persiguieron a los druidas hasta que desaparecieron de la Galia y, posteriormente, de Britania. Los druidas (druidas y druidesas) representaban una amenaza absoluta para el estado romano, porque su ciencia y filosofía contradecía peligrosamente la ortodoxia romana. Para los romanos, el estado era una estructura monolítica extendida sobre territorios deliberadamente organizados en una jerarquía. Para los druidas era un orden moral líbremente aceptado con una idea central completamente mítica. Los romanos basaban su ley en la propiedad privada de la tierra, con derechos de propiedad enteramente concentrados en el cabeza de familia, mientras que los druidas siempre consideraron la propiedad como algo colectivo. Los romanos consideraban a las mujeres portadoras de niños y objetos de placer, mientras que los druidas incluían a las mujeres en su vida política y religiosa. Podemos así entender cuan seriamente se vió amenazado el orden romano por el subversivo pensamiento de los celtas, a pesar de que nunca se expresó abiertamente.



                   La Mujer Celta. Mito y Sociología. JEAN MARKALE

                                                          Ed mra



 Cuántas veces me habré cruzado con mujeres diagnosticadas y medicadas por depresión, psicosis, neurosis, histeria, trastornos de la conducta...
...muchas...muchas más que hombres. Se podría decir que la psiquiatría actual se encuentra invadida por "enfermedad de género". Y sólo necesitas escuchar durante unos pocos segundos a esas mujeres para darte cuenta de las muchas partes cercenadas por "Procusto" en cada una de ellas.

 Mi camino, en lineas generales, hasta hoy, ha sido un camino solitario. Nunca fue por deseo o gusto -aunque algunos lo sigan creyendo así- ya que siempre intuí y sentí (en los instantes de fusión con "el otro" que esta vida me ha permitido experimentar) que solo vas más rápido pero juntos llegamos más lejos; pero es que siempre me pareció un precio demasiado alto a pagar el ser amiga de, hija de, pareja de, trabajador de, hermana de Alma de. "Poder ver" lo que otros no desean que veas, nunca te deja en buen lugar. Ahora...¡qué diferencia cuando ya no hay miedo a mostrarse tras el maquillaje y la armadura! ¡qué diferencia cuando no hay nada que demostrar, que vender, que vencer o que sanar -aunque haya heridas que sanar-!.

 Estoy segura que todos estamos en el mismo saco en nuestro camino a Atenas pero yo ya estoy llegando a la conclusión de...que le van a dar por saco a Atenas y a...los ciudadanos de Atenas.


                                                            RSB


                                          El corazón de las mujeres
                                         es más profundo que el más
                                           profundo mar del mundo.

                                    Proverbio bretón de la Isla de Batz