https://youtu.be/83BMcW4vI7U?si=C-MNWOc_3rYB7Rau (*)
sábado, 23 de diciembre de 2023
Yo esto no me lo quiero perder
https://youtu.be/83BMcW4vI7U?si=C-MNWOc_3rYB7Rau (*)
domingo, 17 de diciembre de 2023
Nudo Gordiano
jueves, 30 de noviembre de 2023
sábado, 25 de noviembre de 2023
lunes, 13 de noviembre de 2023
viernes, 3 de noviembre de 2023
La Luz que no puedes Ver
https://youtu.be/peXNFifynhg?si=MslMv7F6bq8IeCnC
https://lasgemelasfrancis.blogspot.com/2013/07/singularidad.html
El Intento y La Voluntad
Liberarse de "la sombra" de las personas que han hecho girar "la Rueda de tu Vida" requiere camino, esfuerzo y voluntad. La ira, la culpa y la proyección son callejones sin salida que le restan fuerza a tu objetivo principal. El objetivo de vivir tu propia vida según las directrices de la luz encarnada en ti. Solo yo puedo ser yo. Solo tú puedes ser tú. La Verdad última de un ser humano es la Verdad última de una familia, una sociedad, un país, un planeta...Las pequeñas verdades que conducen a esa Verdad solo te pertenecen a ti.
Soñé con un tren lleno de gente. Yo observaba desde fuera los vagones "dilatados" por la presión y la falta de espacio en su interior. La extrañeza de ver vagones de acero inflados como globos no despertó mi lucidez en el sueño. El tren llegaba a una vía muerta y todos los pasajeros salían en fila de su interior. En ese momento yo era una más entre ellos. Había dos contenedores de basura. Me hizo gracia pensar lo organizada que teníamos la basura pero ese pensamiento no me hizo despertar en el sueño. Yo empujaba un contenedor amarillo y otro más atrás empujaba uno verde. Nos dirigíamos hacia un lugar...Tomé la cabecera de la fila. Todos me seguían a mí. Llegué a una bifurcación. Un camino se veía más iluminado que el otro. Yo quería ir por el más iluminado; no sé cómo pero sabía que era el más directo y corto para llegar a ese lugar. Pero él habló. No consigo librarme de este personaje en los sueños aunque aparentemente lo haya hecho en la vida real. Dijo: "iremos por la C/ Limonero s/n". En ese momento pensé, "¿por qué no?, soy muchos, no quiero cargar con la responsabilidad de equivocarme". Caminábamos uno detrás de otro por una carretera por la que al principio pasaban coches. Llegamos a una rotonda con un control de policía. Pensé, "ya está, nos van a detener y nos obligarán a regresar por donde hemos venido. Mejor disculparse y ser lo más amable y simpático posible". Nos dejaron continuar. El camino se hizo desolador. No había nada, ni árboles, ni casas, ni coches, ni paisaje; solo camino. El ritmo era cada vez más rápido, casi volábamos. Recuerdo dejarme llevar por el contenedor de basura arriba y abajo en las ondulaciones que hacía la carretera y reírme por el cosquilleo de la velocidad. Esta sensación de volar tampoco me hizo despertar en el sueño. Llegó un momento en que ya no había descensos, solo ascenso, y ya no era posible empujar el contenedor de basura, solo podíamos subir agarrándonos a las piedras y a lo que parecían raíces de un árbol sobresaliendo en el terreno. Yo continuaba liderando la fila. El ascenso finalizó en un agujero lleno de nieve, como si estuviésemos enterrados bajo algo o fuese el acceso a otra estancia o espacio. Empecé a escarbar en la nieve. Estaba fría y era muy blanca. Escarbé y escarbé hasta que me topé con una tapadera negra. La golpee. Estaba dura. Entonces él volvió a hablar y dijo, "la romperemos y la atravesaremos" y yo le contesté, irritada tanto por su presencia como conmigo misma por haberle escuchado, "no es posible subir los contenedores por ese agujero y aquí no los podemos dejar. Así que yo me vuelvo por donde he venido a donde sé que se encuentra la salida". Y entonces, desperté.
Mis sueños siempre me han traído mensajes acerca de mi vida "real". Como hace unos días, a veces he oído voces avisándome sobre algo que luego acontecía. Un paciente que estuvo a mi cargo en el hospital, al que habían operado dos veces por diversas complicaciones y que había compartido conmigo su mundo emocional, me visitó en sueños para decirme que se moría. Dos días después "se iba". Otras veces he podido ver claramente la verdad que se escondía tras una mentira. Hasta ahora los había vivido como un juego y, en ocasiones, como una desgracia (a veces preferimos la mentira que nos permite permanecer junto a los que nos dicen amarnos). Releo el sueño y una parte de mí se parte de risa. Sonrío imaginando la cara de los médicos que recientemente me acusaban sin juicio mediante de "sermoneadora de la parroquia" y de "regañona", que no "tacañona". Si leyesen este sueño, ya directamente a la hoguera, ¡que la quemen por bruja loca!. Pero tengo el absoluto convencimiento que los sueños no son solo una realidad paralela, un multiverso desde el que experimentar, adquirir sabiduría y ser conscientes de lo que late bajo la superficie del día a día que no nos permitimos ver ni reconocer; son un camino espiritual. Una forma de anticipar la experiencia de la muerte, de saber que luego hay un viaje que continúa y que tiene moradas y callejones sin aparente salida. Que puedes aprender "aquí y ahora" lo que luego te ayudará "allí". Porque la experiencia del túnel de luz de la que hablan muchos, podría ser tan solo el primer escalón de una larga escalera de caracol...
RSB
lunes, 30 de octubre de 2023
Bardo Thödol - Purgatorio
sábado, 21 de octubre de 2023
La Voz de la Tierra
"La última guardiana de la Sierra creyó llegar tarde, pero se equivocaba. Como a veces equivocan los pájaros su vuelo, las ballenas su rumbo, las palabras su función.
Cuando Mayo parecía haber recuperado su salud partieron rumbo a la Sierra, y las montañas se abrieron en canal para ellos. Como se abre en canal una mujer cuando pare, una mujer cuando ama.
La Sierra-Mujer les llamaba.
Tardaron seis días con sus respectivas noches en llegar. Para entonces habían derramado sangre sobre la Sierra, la habían mancillado y corrompido. Había muerto mucha gente. La sangre envenenaba sus ríos, sus fuentes, sus árboles, sus recónditos pasadizos. Todas y cada una de sus moléculas llevaban impresas en su memoria la primera y la segunda (y la....) vez que la habían profanado, aquella otra sangre que aún permanecía seca en el punto más sagrado de la Sierra, aquellos otros cuerpos muertos que habitaban el interior de la sima. La Sierra, el corazón del mundo, necesitaba sanar.
Porque la sima, donde cada cierto tiempo se escuchaba morir a los osos y a los hombres, envenenó el agua subterránea que nutrió a los árboles, que alimentó a los frutos que comieron los pájaros y los monos. Abejas libaron de flores corrompidas e hicieron miel que impregnó a avispas y ácaros. Las ranas comieron insectos y contaminaron lagos de los que bebieron ciervos, panteras, águilas acuáticas y rinocerontes. Cigüeñas y flamencos que llegaron a la sierra para pasar el invierno, se alimentaron de insectos y anfibios antes de alzar de nuevo el vuelo. Fueron las piedras, más lentas y sabias, quienes les convocaron, quienes les hicieron entender que el círculo de dolor y miedo debía cerrarse con un acto de amor para que la Sierra sanara.
La noche previa a pisar la Sierra, Luz cerró los ojos y soñó que la tierra mancillada la llamaba. Soñó que era mujer como ella, y como ella sentía la vida -como un pálpito, como una nana, como un humilde rumor-. Soñó que le contaba lo que nadie le había sabido contar (...).
El tiempo de los secretos comenzaba a pertenecer al pasado.
LA VOZ DE LA TIERRA y la Mujer Chamán. El viaje de Atapuerca
Elena García Quevedo
Mandala Ediciones
https://youtu.be/OvZoKxtJi_0?si=2ajdh5v7CmyAtGTx
domingo, 15 de octubre de 2023
Los Niños de la Vida
Y una mujer que sostenía un niño contra su seno pidió: háblanos de los niños.
Y él dijo:
Vuestros hijos no son hijos vuestros.
Son los hijos y las hijas de la Vida, deseosa de sí misma.
Vienen a través vuestro, pero no vienen de vosotros. Y, aunque están con vosotros, no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos. Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis albergar sus cuerpos, pero no sus almas. Porque sus almas habitan en la casa del mañana que vosotros no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no busquéis el hacerlos como vosotros. Porque la Vida no retrocede ni se entretiene con el ayer.
Vosotros sois el arco desde el que vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia adelante.
El Arquero ve el blanco en la senda del infinito y os doblega con su poder para que su flecha vaya veloz y lejana. Dejad, alegremente, que la mano del Arquero os doblegue. Porque, así como El ama la flecha que vuela, así ama también el arco, que es estable.
El Profeta. KHALIL GIBRAN
El Amor es el único antídoto contra el Miedo
sábado, 14 de octubre de 2023
Donde Todo Empezó
https://ansenthar.blogspot.com/2015/01/uruk.html
https://ansenthar.blogspot.com/2014/12/gran-piramidede-guiza.html
https://lasgemelasfrancis.blogspot.com/2012/06/el-mito-de-inanna.html
https://ansenthar.blogspot.com/2020/07/el-arbol-de-huluppu-inanna-venus.html
https://lasgemelasfrancis.blogspot.com/2012/10/sejmet-la-sombra-y-la-luz-del-sol.html
Cuando era niña y me tocó estudiar en la asignatura de Historia la cultura Mesopotámica y Egipcia, sentí un rechazo tan visceral, que incluso me hizo vomitar cuando me obligaba a memorizar unos mínimos para aprobar el examen. Años después tuve una relación, que no sabría definir, con un hombre que me doblaba la edad que insistió en que leyese la novela "Sinuhé, El Egipcio". Y volví a recordar que no era un espacio-temporal con el que sintiese especial afinidad, así que le dije que no tenía intención ni de intentarlo. Pero él llegó al extremo de regalarme el libro y amenazarme con no volver a verme si no terminaba de leerlo. Muchos años después acabé viajando con el padre de mi hija pocos meses antes de separarnos a Egipto; y descendí y ascendí las escaleras que llevaban al espacio central de la Gran Pirámide de Guiza y deambulé entre las piedras de los templos de Karnak y Luxor. Aún hoy recuerdo perfectamente la sensación que experimenté junto al Nilo y en las tierras desérticas que rodeaban esos lugares. Me sentí en casa. Esa tierra "había sido" o "era" parte de mi Ser.
Lo que pasa allí hoy no es algo lejano y ajeno...es algo que forma parte de la historia del Alma del Ser Humano. Es mi historia...es la tuya.
RSB
https://youtu.be/A37HqEjTSu4?si=xQGJNtM9YB5M_C1a
https://youtu.be/OejVoh7z_Dc?si=lMEoxEETnq2HCDLO
jueves, 5 de octubre de 2023
Los Cobardes (cover)
Josefina Manresa y Miguel Hernández. 1937
miércoles, 27 de septiembre de 2023
El Techo Amarillo - Lo que pasaba y sigue pasando
https://ww.rtve.es/play/videos/el-techo-amarillo/
martes, 19 de septiembre de 2023
Frieda Belinfante - Una Vida
Esta historia comienza a principios del siglo xx, cuando un señor pianista decide formar una banda de música con sus cuatro hijos y le da a cada uno un instrumento aleatorio para ver si tienen talento. Tengo preguntas sobre este método, pero no seré yo quien juzgue el acercamiento pedagógico de un padre hacia sus hijos. Desgraciadamente para nuestro señor pianista, solo una de sus hijas, Frieda (a la que le había endilgado el violonchelo), había heredado su talento musical.
Eso sí, había heredado un talento que compensaba por los cuatro.
Frieda Belinfante nació en Amsterdam, en 1904. Generalmente, Frieda hacía lo que le daba la gana, porque cuando le pedía permiso a su madre para hacer algo, ésta siempre le decía que le preguntara a su padre y cuando le preguntaba a su padre, este le respondía que hiciera lo que le diera la gana. Como veis, un circuito sin fisuras.
Tampoco os voy a mentir; se intuye, por la forma en la que Frieda lo cuenta, que, en realidad, su padre le daba permiso porque sabía que su hija iba a hacer lo que le diera la gana de todos modos.
Según la hermana de Frieda, todo el mundo andaba detrás de ella cuando era adolescente, tanto los zagales como las zagalas (aunque a ella solo le interesaban las zagalas). No necesariamente porque fuera guapa, sino porque estaba muy segura de sí misma y llena de vida. Además, Frieda venía equipada con una función poco común y altamente atractiva: como te descuidaras, te arreglaba la vida. No, no es broma.
La primera vez que Frieda se pasó tres pueblos ayudando a alguien tenía dieciséis años. Una amiga rusa había cumplido los veintiuno y quería volver a su país para casarse con su prometido, pero las autoridades no le daban los papeles. Frieda decidió que eso no estaba bien y que había que arreglarlo (el concepto "autoridades" era bastante relativo para ella). Falsificó un pasaporte para su amiga que debió de salirle bastante bien, porque coló. Además, ahorró dinero, le compró un billete de tren y un día, de madrugada, la acompañó hasta la estación (...).
Yo no sé muy bien qué deciros de todo esto. Yo a los dieciséis años estaba, no sé, aprendiendo a freír un huevo, probablemente.
(...) Frieda murió en Santa Fe con noventa años, en 1995. Su nombre y sus actividades durante la guerra habían quedado completamente olvidados y tan solo un par de años antes de su muerte se empezarían a reconocer sus hazañas.
Todos los que la conocían dicen que nada la detenía. Ya fueran problemas de salud, de dinero, profesionales, prejuicios contra su sexualidad o la ocupación nazi. Nada podía pararla porque tenía una confianza absoluta en sus acciones, en la necesidad de posicionarse y de ayudar a los demás. Si alguien tenía problemas, actuaba. Si algo no le parecía justo, lo arreglaba. Incluso creyendo que no saldría viva de la guerra, todos los días luchaba por dejar atrás un mundo mejor que el que se había encontrado. Os dejo con una de las frases con las que me conquistó cuando estaba viendo la entrevista: "Siempre ayudo a otra gente; si se lo merecen o no, eso viene después. No todos se merecen el esfuerzo, pero el esfuerzo siempre merece la pena".
Palabras pronunciadas por una mujer de aspecto ya frágil, pero con la voz suave y la mirada clara. Una presencia todavía sólida en su traje de chaqueta blanco, desovillando la historia poco a poco con una sonrisa honesta. Yo nunca voy a olvidar la tarde que pasé escuchándola y espero que desde ahora vosotros no olvidéis nunca su nombre.
Frieda Belinfante. Violonchelista de éxito, pionera en el mundo de la dirección de orquestas y azote de los nazis."
SEÑORAS QUE SE EMPOTRARON HACE MUCHO
CRISTINA DOMENECH
Ed. Plan B
sábado, 16 de septiembre de 2023
domingo, 27 de agosto de 2023
Sueños
miércoles, 16 de agosto de 2023
Psicopatía Integrada en la Familia, la Pareja, la "espiritualidad" y la Sociedad
https://youtu.be/8GV0_iUmGcc
lunes, 7 de agosto de 2023
ECM
https://youtu.be/agtmvKcL-8g?si=YaLNMGNX9ar32qIO
"No hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige"
Lucio Anneo SENECA
lunes, 24 de julio de 2023
Mente Lúcida - Sueños Lúcidos
"El tema de los sueños interesa a mucha gente. Como las almas, los sueños tienen millones de años. Todo el mundo tiene sueños, diferentes tipos de sueños. Algunos no tienen ningún mensaje. Ciertos sueños tienen relación con recuerdos del pasado. Hay sueños que indican algo que puede suceder en el futuro. Si en nuestra vida soñamos la misma cosa una o dos veces, no tenemos que preocuparnos. Si hay sueños que se van repitiendo cada semana, cada mes, es una señal de que, tarde o temprano, vamos a experimentar algo relacionado con lo que se expresa en ese sueño. El sueño nos está avisando.
También hay otros sueños, llamados en Occidente pesadillas, de los cuales muchas personas se despiertan bruscamente y asustadas. Los sueños dependen del estado mental de cada uno, de cómo ha sido nuestra fuerza mental en el día a día, en nuestra vida, de cómo ha sido, sobre todo, la fuerza de los pensamientos, de nuestras palabras y acciones. Todo esto influye en el tipo de sueños que tendremos. En el budismo se habla mucho de los sueños. También de los sueños lúcidos, que precisan un trabajo para conseguir tenerlos y para interpretarlos. Hay pocas personas capacitadas para ello.
(...) Todo está vinculado con nuestro continuum mental, con nuestra actitud y motivaciones. El budismo nos enseña que es muy bueno comenzar el día dando las gracias por estar vivo un día más. Y recordar que el propósito de la vida es hacer el bien, desarrollar nuestras potencialidades y nuestro corazón; por lo menos no hacer daño a nadie, no engañar. (...) Antiguamente, los grandes maestros del Tíbet trataban estos temas relativos a los sueños. Aún hay maestros, pero ahora no se refieren tanto a ello. Nuestras prácticas son muy individuales. No se quieren exhibir los conocimientos. Además, los maestros no tienen títulos y no ponen, como en Occidente, los títulos y diplomas clavados en las paredes. Lo esencial es el desarrollo interior. Aunque las prácticas no se muestran mucho hacia fuera, cuando los maestros ven que alguien está muy preparado para recibir enseñanzas, entonces ellos poco a poco le enseñarán a esa persona. Las enseñanzas más profundas no se muestran abiertamente en concentraciones de miles de personas. Hay prácticas muy delicadas.
(...) Si cada día hacemos cosas correctas, los sueños serán más claros, más puros y más lúcidos. Si complicamos nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones pensando mal de los demás, criticando constantemente, sintiendo envidia, mintiendo...nuestros sueños lo reflejarán y nos harán perder nuestra calma mental. Nada es automático. Todo depende de nuestras acciones de cada día. (...) Complicarse la vida está en manos de nuestra mente. Gracias a las potencialidades de la mente, existe la posibilidad de no tener una vida complicada. Es algo tan sencillo y a la vez tan difícil a causa de la complejidad de la sociedad, de la educación que hemos recibido, de las condiciones en el mundo en que vivimos. En los sistemas educativos se olvidan muchos valores esenciales comprendidos en culturas y religiones diversas: en el judaísmo, en el cristianismo, en el hinduismo, en el islam, en las antiguas civilizaciones egipcia y persa, en la Grecia clásica. Algunas de ellas tienen muchos puntos en común.
(...) Los sueños lúcidos tienen que venir a través de la mente lúcida. Si nuestra mente no está lúcida, si está llena de pensamientos perturbadores, entonces el sueño también será perturbador. No será un sueño claro y tampoco será claro el mensaje. Si alguien quiere tener sueños lúcidos, primero tiene que intentar limpiar su mente, sus conceptos, sus formas erróneas de pensamiento. Si hacemos este trabajo, los sueños cambiarán, cada vez serán más claros, cada vez más contundentes. Y, uno mismo, mientras duerme, cuando esté soñando, podrá reconocer que está soñando, podrá ser consciente de ello. Es algo muy bonito. Aunque el sueño sea muy positivo, nuestro ego no subirá y nuestro apego no aumentará porque seremos conscientes de que estamos soñando. Y, si el sueño no es positivo, tampoco tendremos miedo ni aversión porque sabremos que estamos soñando."
Fragmento del prólogo de THUBTEN WANOCHEN del libro
SUEÑOS LUCIDOS. De las tradiciones contemplativas a la evidencia científica
JAVIER GARCIA CAMPAYO
Ed. Kairós
lunes, 10 de julio de 2023
Phôlarchos - Iatromantis (2)
Grifo. Fresco en Palacio de Knossos
"En Elea, los hombres llamados phôlarchos estaban relacionados con Apolo (...) dios del sol.
Es perfectamente comprensible, ya que Apolo no solo era el dios de la curación: era también dios de la incubación.
(...) Con frecuencia, estos centros eran santuarios de Asclepio o de los héroes. Los héroes, por lo general, eran considerados hijos de Apolo, y ése era el caso de Asclepio. Sabía curar gracias a su padre, y la mayoría de sus centros de incubación habían sido en otro momento centros de adoración a Apolo. Incluso después de que Asclepio se convirtiera en el dios griego más famoso relacionado con la incubación, siguió compartiendo con Apolo sus santuarios.
(...) Y así es, más o menos, como fueron las cosas hasta el final del mundo antiguo. Cuando los magos de los siglos posteriores a Cristo quisieron experimentar las revelaciones o recibir conocimientos a través de los sueños, Apolo fue el dios invocado a través de la incubación en la oscuridad de la noche.
(...) Estas tradiciones vinculaban a Apolo con la incubación, las cavernas y los lugares oscuros; no tienen nada que ver con el Apolo al que estamos acostumbrados.
Actualmente, se considera que Apolo es la encarnación divina de la razón y la racionalidad, como si un dios pudiera ser razonable en el sentido que le damos a la palabra. (...) se lo ha descrito como el más griego de todos los dioses; una imagen perfecta del espíritu griego clásico, todo claridad y luminosidad. Pero no era nada claro. Por encima de todo, era el dios de los oráculos y la profecía, llenos de ambigüedades y trampas. Precisamente, quienes creían que todo era claro y luminoso terminaban confusos.
(...) Y desde el principio, Apolo estuvo relacionado no sólo con la noche sino también con las cavernas y lugares oscuros, con los infiernos y la muerte. Por este motivo, en la ciudad anatolia de Hierápolis, el templo de Apolo estaba situado encima de la caverna que llevaba a los infiernos. Y por este motivo, en otros famosos centros de oráculos de Anatolia sus templos también estaban construidos de la misma manera: sobre una caverna en la que entraban su sacerdote y los iniciados en lo más oscuro de la noche.
Cuando la gente intentó convertir a Apolo en algo razonable, filosóficamente aceptable, se limitó a mirar la superficie y pasar por alto lo que estaba debajo. Fue también en Anatolia donde llegó a asociarse a Apolo con el sol.
En realidad, sus vínculos con el sol se remontan a un pasado lejano. Pero las declaraciones formales de los griegos identificando el sol con Apolo empezaron a aparecer en determinada época, que coincidió con la vida de Parménides. Y lo importante de estas declaraciones es el modo en que indican que la identificación era esotérica, un asunto sólo para iniciados, para la gente familiarizada con "los nombres que no se pronuncian de los dioses".
Ahora es muy fácil dar por hecho que Apolo y el sol están relacionados con el brillo y la luz. Pero eso supone olvidar el sitio donde el sol se encuentra en su terreno: en la oscuridad del inframundo. Y supone también pasar por alto lo que dicen, en realidad, estas afirmaciones sobre el sol y Apolo. Una de ellas resulta ser, en la literatura clásica, la referencia más antigua al descenso de Orfeo al inframundo. Explica el modo en que Orfeo llegó a ser tan devoto de Apolo. (...) este relato dice que sólo después de viajar al mundo de los muertos y "porque vio las cosas que allí hay que ver tal como son", comprendió por qué el sol es el mayor de todos los dioses y es idéntico a Apolo. El relato sigue contando que acostumbraba a levantarse de noche y subir a una montaña para poder ver a su dios al amanecer.
(...) Según un poema órfico, Apolo y Perséfone se acostaron juntos, hicieron el amor. La tradición encaja en todos los sentidos. Porque casi nunca se señala que los poderes sanadores de Apolo y su hijo Asclepio los llevaron a una íntima relación con la muerte. Curar es conocer los límites de la curación y también lo que está más allá. En último termino, no puede haber sanación auténtica sin la capacidad de hacer frente a la muerte misma. Apolo es un dios de la sanación, pero también es letal. La reina de los muertos es la encarnación de la muerte; y, sin embargo, se decía que el toque de su mano curaba. En su calidad de opuestos, intercambiaron los papeles, uno con otro y consigo mismos.
(...) Durante largo tiempo -y mucho antes de que se hallaran los restos de Elea-, los historiadores se habían dado cuenta de que el relato del viaje mítico de Parménides lo relaciona con la incubación y con los expertos en ésta; con las personas que justificaban sus enseñanzas en los viajes que hacían al otro mundo, que consideraban que formaba parte de su trabajo traer de vuelta lo que encontraban y describir lo que aprendían. (...) damos por hecho que las ideas que han modelado la cultura occidental son sólo ideas, que no importa su procedencia. No podemos tomar en consideración otros estados de conciencia y, por encima de todo, no tenemos tiempo para nada relacionado con la muerte. Y, sin embargo, por mucho que se explique el viaje de Parménides, por mucho que tomemos las partes que nos interesan y pasemos por alto el resto, no podremos ocultar sus vínculos con aquellas gentes.
Podemos llamarlos magos si queremos, porque eso es exactamente lo que eran, si no fuera porque en aquellos tiempos no había ninguna diferencia entre la magia y el misticismo. Los griegos no siempre sabían cómo llamar a esas personas que poseían una sabiduría misteriosa y que nunca eran exactamente lo que parecían, que podían pasar por muertos cuando estaban todavía vivos.
Pero había un nombre concreto que les encajaba perfectamente. Ese nombre era iatromantis.
EN LOS OSCUROS LUGARES DEL SABER
Peter Kingsley
Ed. Atalanta
Phôlarchos - Iatromantis (1)
" En toda la historia de la lengua griega, desde los primeros tiempos al habla actual, phôleos siempre tiene el mismo significado básico: es un lugar en el que se refugian los animales, donde se quedan agazapados, quietos, casi sin respirar. Allí duermen, permanecen en un estado similar al sueño o hibernan. Por esto motivo, las expresiones como "estar en una guarida" o "yacer en una guarida" -phôleia y phôleuein eran las palabras en griego antiguo- llegaron a significar "encontrarse en un estado de muerte aparente".
(...) Así pues, los hombres llamados phôlarchos que aparecen mencionados en esas inscripciones de Elea estaban encargados de la guarida, de un lugar de muerte aparente. Eso no tiene mucho sentido, ni siquiera parece que merezca la pena intentar dárselo; pero sí lo tiene. Y no hace falta mirar muy lejos para ver qué quiere decir. La respuesta está en las inscripciones mismas.
Estos hombres llamados phôlarchos eran sanadores, y la curación, en el mundo clásico, tenía mucho que ver con los estados de muerte aparente. Todo estaba ligado con una palabra de toscas resonancias: incubación.
Incubar es, simplemente, yacer en un lugar. Pero la palabra tenía un significado muy especial. Antes de que se creara lo que ahora se conoce como medicina "racional" en Occidente, la curación estaba siempre relacionada con lo divino. Si la gente estaba enferma, era normal ir a los santuarios de los dioses o de los grandes seres que antes habían sido humanos pero ahora eran algo más: los héroes. Y acostarse allí.
La gente se acostaba en un recinto cerrado, que muchas veces era una caverna. Y se quedaba dormida y soñaba o bien entraba en un estado que, según las descripciones, no era un sueño ni vigilia, hasta que terminaba por tener una visión: algunas veces la visión o el sueño los enfrentaba con el dios, la diosa o el héroe, y así se producía la curación.
(...) Lo importante era no hacer nada. El momento culminante se producía cuando el enfermo no se debatía ni hacía ningún esfuerzo, sólo tenía que rendirse a su condición. Se acostaba como si estuviera muerto: aguardaba sin comer ni moverse, algunas veces durante varios días seguidos. Y se aguardaba a que la curación llegara de otro lugar, de otro nivel de conciencia y de existencia.
Pero esto no quiere decir que se dejara solo al enfermo, ya que había personas encargadas del lugar, sacerdotes que comprendían el funcionamiento del proceso y sabían supervisarlo, que sabían cómo ayudar al yaciente a comprender lo que necesitaba saber sin que ello interfiriera en el proceso mismo.
Todavía tenemos sacerdotes, pero ahora pertenecen a una religión distinta. Bajo la superficie de la retórica y la persuasión, no hay gran diferencia entre la ciencia moderna y la antigua magia. Pero como ya no sabemos cómo encontrar el acceso a lo que está más allá de nuestra conciencia diurna, tenemos que tomar anestésicos y drogas. Y como ya no comprendemos a los poderes que nos superan, se nos niega el significado de nuestro sufrimiento. De esta manera, sufrimos como cargas, morimos como estadísticas.
Las semejanzas entre yacer en una guarida como un animal y yacer en un santuario para incubar son obvias y no hace falta especular si los griegos las percibían: sabemos que sí.
Hace dos mil años, un hombre llamado Estrabón escribió un párrafo describiendo el paisaje de la Anatolia occidental. Hablaba de una zona situada al sur de Focea, en una región llamada Caria, donde él había vivido y estudiado.
Y en el párrafo describe una famosa caverna de la zona conocida con el nombre de caronium o entrada al inframundo. Junto a ella había un templo dedicado a los dioses del inframundo: a Plutón -uno de los nombres de Hades- y a su mujer Perséfone, a la que con frecuencia se aludía como "la doncella". En griego era costumbre no mencionar por su nombre a las divinidades de los infiernos.
Y allí, no lejos de la ciudad de Acaraca, se encuentra el "plutonium", la entrada a los infiernos. Hay allí un lugar sagrado, muy bien preparado, y un templo a Plutón y a la Doncella. Y el "caronium" es una caverna situada justo encima del lugar. Dicen que la gente que enferma y está dispuesta a someterse a los métodos de sanación que ofrecen estas dos divinidades va allí y vive durante un tiempo en el pueblo junto con los más experimentados sacerdotes. Y estos sacerdotes se acuestan y duermen en la cueva para el bien de los enfermos, y luego les prescriben tratamientos basados en los sueños que reciben. Estos mismos hombres son los que invocan el poder sanador de los dioses.
Pero con frecuencia conducen a los enfermos mismos a la cueva, los colocan y los dejan allí en total quietud (hêsychia), sin comida durante varios días, como si fueran animales en su guarida (phôleos). Y algunas veces quienes están enfermos tienen sus propios sueños, sueños que se toman muy en serio. Y, sin embargo, todavía entonces confían en que los otros, como sacerdotes, desempeñen el papel de guías y consejeros y los introduzcan en los misterios. Para cualquier otra persona el lugar es un territorio prohibido y mortal"
EN LOS OSCUROS LUGARES DEL SABER
Peter Kingsley
Ed. Atalanta