sábado, 7 de noviembre de 2015

Partir - Se



                                                      Foto de LACS



                                           
                                        partir
                                        partirse
                                                  se dijo el lejanísimo

                                         y sin ir más lejos
                                                  allí estabas tú.

       
                                           Julio Castelló
                           - SUNU GAAL. Ed. Sial / Casa de Africa- 



 Cuando una mujer empieza a resecarse, le resulta cada vez más difícil comportarse de acuerdo con la saludable naturaleza salvaje. Las ideas, la creatividad, la propia vida prosperan en un ambiente húmedo. Las mujeres que se encuentran en este estado suelen soñar con el hombre oscuro: malhechores, merodeadores o violadores las amenazan (...) el aumento de sueños de animales heridos coincide con los destrozos de lo salvaje tanto en el interior como en el exterior de las personas. En estos sueños la criatura -la liebre, el lagarto, el caballo, el oso, el toro, la ballena, etc- está lisiada como el hombre del cuento del sastre, como la mujer foca. Aunque los sueños protagonizados por animales heridos se refieren a la situación de la psique instintiva femenina y a su relación con la naturaleza salvaje, también constituye un reflejo de las profundas laceraciones del inconsciente colectivo como consecuencia de la pérdida de la vida instintiva. (...)
 Por consiguiente, a veces no es sólo la mujer la que se reseca. A veces también se resquebrajan y se reducen a polvo algunos aspectos esenciales del propio microambiente o la más vasta cultura circundante, y esa situación afecta y aflige a la mujer...es necesario que regrese a su propia piel, a su sentido común instintivo y a su propio hogar. (...)

 Dicen que los sueños en que aparece la voz incorpórea pueden producirse en cualquier momento, pero muy especialmente cuando el alma pasa por una situación apurada; en tales circunstancias, el yo profundo se lanza por así decirlo a la cara. ¡Bang! Habla la voz del alma de una mujer. Y le dice lo que va a ocurrir a continuación.


        MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS de Clarissa Pinkola Estés.