Algo pasa en el sótano. Suben y suben niños desencajados, descontrolados, dispuestos a todo. Roban, empujan, destrozan, extorsionan, maltratan.
El colegio es un caos. Los pocos adultos que vislumbro en los pasillos miran, paralizados por la sorpresa, sin hacer nada. Todos parecen poseídos...busco
al director con la mirada mientras cojo a uno que trata de quitarme el móvil por la pechera y me fijo en otros con aspecto de mafiosos que traen a rastras a un anciano de pelo largo y blanco con semblante enfermizo y piel ennegrecida
-su piel blanca se ha vuelto completamente negra-. Los que le sostienen por
las axilas se mofan de él a carcajadas.
RSB