Foto de Alexander Semenov
Contactar es un término afín a "entrar en contacto, tocar, concentrarse, reflexionar, coger". Si toco un objeto o un ser vivo en un determinado momento, bien con las manos, con herramientas o con la mente, entonces en ese momento transmito fuerzas y energías sutiles por medio de mi voluntad interior y exterior. En cada segundo de mi vida. La dirección de mi proceder, el objetivo final que persigo con mis manos o con mi pensamiento -ya sea positivo o negativo-, de alguna manera será siempre evidente en el mundo material, hoy, mañana o dentro de diez años.
Las fuerzas que están marcadas por el momento preciso -fases de la luna y posición de la luna en el zodiaco- actúan a veces como un espejo ustorio que unifica mis deseos y me permite obtener un efecto mayor que si estuviesen dispersos.
VIVIR CON LA LUNA de Johanna Paungger y Thomas Poppe.
No siempre la voluntad interior tiene su reflejo en la exterior.
Cuando las dos voluntades encuentran armonía en ti
eres paz.
Pero quizás en este mundo sea necesario vivirse en eterno
-y periódico-"conflicto interno" para que "fuera"...reine la paz.
-porque la ausencia de guerra no es paz, ni la paz...ausencia guerra-
RSB